La respuesta no es definitiva; depende del entorno de uso, los hábitos de limpieza y el material. En general, un pulido ligero cada tres a seis meses es adecuado para la mayoría de los hogares. El uso frecuente o los entornos hostiles pueden requerir un período más corto, mientras que el mantenimiento regular puede prolongarlo.
2025-10-24
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